Secadores solares
La exposición directa al sol de productos para su deshidratación se llama secado a cielo abierto o natural y puede darse en planta o en piso. Consiste en la exposición del producto al Sol sobre una plancha de concreto o sobre algún material plástico (figura 1); después de un tiempo determinado, que pueden ser días incluso, el fruto se cambia de posición manualmente fin de que toda la superficie se exponga al viento y la radiación solar y favorecer con ello el mecanismo de eliminación de agua. Los productos también pueden exponerse al secado natural en estantes o bandejas. Esta forma de deshidratación presenta algunas desventajas, como la exposición directa a elementos en el ambiente que contaminan y disminuyen la calidad del producto, tiempos largos de secado, ataques por parte de aves, insectos y roedores, rehidratación por la presencia de lluvias y requerimiento de mano de obra especializada
Un deshidratador solar es un dispositivo que, al igual que el secado solar tradicional, aprovecha la radiación solar y la convección forzada o natural del aire para disminuir el contenido de humedad de algún material. Cuando se incrementa la temperatura del aire, también se disminuye la humedad relativa del entorno y esto mejora las condiciones para disminuir también la del alimento.
De manera general se puede decir que los deshidratadores tienen dos componentes principales: el captador solar y la cabina o cámara de secado. El captador solar recibe la energía solar y la transmite a un fluido para aumentar su temperatura y transferir energía térmica al producto por deshidratar, ya sea de manera directa (cuando el fluido es aire) o indirecta por medio de un intercambiador de calor (cuando el fluido es agua). La cámara de secado cumple la función de contener el producto que se va a deshidratar, protegiéndolo de agentes externos o de daños mecánicos. En algunos deshidratadores, la cabina de secado también funciona como captador solar, ya que el producto contenido en ella puede recibir la radiación solar de manera directa.
Clasificación de deshidratadores
Los secadores solares se clasifican en activos y pasivos, según la forma como se hace circular el aire dentro de la cabina de secado. En los sistemas activos se integran ventiladores con la finalidad de favorecer el arrastre de humedad, mientras que en los sistemas pasivos el aire circula de manera natural por fuerzas de empuje como resultado de diferencias de densidad por gradientes de temperatura del aire.
En los deshidratadores solares directos, parte de la radiación a la que se expone el producto es absorbida por el mismo, lo que causa incremento de su temperatura y la vaporización del agua contenida en el interior del alimento.
Tanto los secadores pasivos como los activos se clasifican de acuerdo con la distribución de los componentes del dispositivo en: integrales, distribuidos y mixtos. En los equipos integrales, el captador sirve también como cabina de secado. Los deshidratadores pasivos integrales se clasifican a su vez en tipo invernadero o de gabinete. En los deshidratadores distribuidos, el captador y la cabina de secado se encuentran separados. Por su parte, los equipos mixtos consisten en equipos combinados.
Perspectivas del deshidratado solar
Gestionados por cooperativas y empresas locales el deshidratado solar, pueden aportar beneficios a una amplia gama de productores, amortiguando los costos de instalación. Asegurando un buen nivel de calidad de los procesos de secado de carne, pescado, frutas y verduras, café, cacao, plantas medicinales y otros productos, estos servicios pueden dar una contribución importante a la mejora de la seguridad alimentaria del territorio y al mismo tiempo a su desarrollo económico. La posibilidad de conservar los productos y comercializarlos en el tiempo asegura niveles de valor agregado muy relevantes para la economía local.